Alkosto tiene un proyecto para tratar las aguas lluvia instalando cubiertas en sus hipermercados que captan el agua que cae, la cual es tratada en una planta de tratamiento y posteriormente reutilizada. Por ejemplo, en el almacén de Bogotá se aprovechan 6.000m2 de cubierta para captar alrededor de 4.820m3 de aguas lluvia al año, que satisface 75% de la demanda actual de este líquido en la edificación.
Por otra parte, el almacén de Villavicencio tiene una cubierta de 1.061m2 con la cual se captan las aguas lluvias para ser almacenada en un tanque de 150m3. Después, el líquido es tratado por medio de procesos de floculación, filtrado y cloración en una planta de tratamiento.
Germán Villegas, líder de la iniciativa, habló con Semana Sostenible sobre el origen del proyecto, el impacto que ha tenido la iniciativa y la viabilidad de este tipo de empresas en el país y futuros proyectos sostenibles.
Semana Sostenible: ¿Qué tan difícil es asumir un papel como empresa sostenible en Colombia?
Germán Villegas: No es difícil. Es cuestión de creer que este tipo de proyectos se pueden realizar y confiar. Sin embargo, para que todos nos enfoquemos en esta misma filosofía, debería existir una normatividad más estricta, que exija la implementación de proyectos de energías renovables y conservación del medioambiente, para que todos estemos sintonizados.
S.S: ¿Cómo fue el proceso para consolidar el proyecto de aguas lluvia en sus edificaciones?
G.V.: La compañía desde sus inicios ha tenido gran responsabilidad no solo de carácter social, sino ambiental, por lo que apoyamos todos los proyectos que responden a esta filosofía. Así nació la iniciativa de tratar las aguas lluvia hace 12 años.
Además, creemos que hay que eliminar las falsas creencias de que las inversiones para proteger el medioambiente son costosas. Los costos de inversión de estos proyectos, bien analizados y con números en mano, se recuperan rápidamente.
En nuestro caso, el consumo de agua de nuestros almacenes es bastante alto por el aseo frecuente, la utilización de baños tanto de empleados como de clientes y los locales de comidas que utilizan este recurso para sus ventas. Pero con el proyecto estamos logrado que más de la mitad del agua provenga de la reutilización.
S.S: ¿Por qué le interesa a Alkosto tener un programa de reutilización de aguas lluvia?
G.V.: Porque somos un país rico en este recurso, y no le estamos dando la importancia que se merece. Independiente del beneficio que el proyecto de recuperación de aguas lluvia representa en el costo de su consumo, el hecho de cuidarla nos hace parte de aquellos que queremos ser mas amables con el medioambiente.
S.S: ¿Qué impacto ha tenido este programa en la empresa?
G.V.: Además de la reducción del consumo de agua natural, la labor de empresas como Alkosto en la gestión para cuidar el planeta hace que otros empresarios, grupos económicos, constructores y hasta los mismos clientes quieran aprender.
Hay universidades que visitan las plantas de tratamiento de nuestros almacenes con el fin de entender cómo funcionan. Por esta razón, estas instalaciones se han hecho con materiales transparentes para garantizar su limpieza frecuente, su buena operación y, sobre todo, el entendimiento del proceso de recuperación de las aguas lluvia.
S.S: ¿Cómo ha cambiado la cultura de sus empleados y la forma en que enfrentan la realidad ambiental del país?
G.V.: Desde que estamos con el proyecto de recolección de aguas lluvia y bajo un modelo de información interna que tenemos, nuestros empleados han aprendido conceptos básicos con respecto al tema del reciclaje. De hecho, nos cuentan que en sus barrios y casas han hecho planes para la recuperación de aguas lluvia, gestiones de reciclaje y control de gastos y consumos energéticos.
Detrás del sistema de aguas lluvia
1. Captación: el techo de la edificación tiene una superficie y pendiente que facilitan el escurrimiento del agua de lluvia hacia el sistema de recolección. Puede estar hecho de una plancha metálica ondulada, tejas de arcilla, etc.
2. Recolección y conducción: son las canaletas que van adosadas en los bordes más bajos del techo, en donde el agua tiende a acumularse antes de caer al suelo. El material debe ser liviano, resistente y fácil de unir entre sí, a fin de reducir las fugas del líquido; por ejemplo: bambú, madera, metal o PVC.
3. Intercepción: este dispositivo impide que material indeseable ingrese al tanque de almacenamiento y, de este modo, minimiza la contaminación del agua almacenada.
4. Almacenamiento: es la estructura que acumula el volumen de agua lluvia. Debe ser impermeable, no superior a 2 metros de altura, dotada de una tapa para impedir el ingreso de polvo, insectos y luz solar. Además, debe tener una escotilla con tapa sanitaria lo suficientemente grande para que permita el ingreso de una persona para la limpieza y el mantenimiento; finalmente, en la entrada y el rebose deben tener mallas para evitar el ingreso de insectos y animales.
5. Tratamiento: las aguas lluvia destinada al consumo humano debe ser tratada antes de ser ingerida. El tratamiento está dirigido a la remoción de las partículas que no fueron retenidas por el dispositivo de intercepción, y en segundo lugar, al acondicionamiento bacteriológico.
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